En nuestro repaso por los mejores fotógrafos nacionales hoy hablamos con Víctor Crespo. Nacido en Barcelona en el año 1982 Crespo sintió una fuerte atracción por la fotografía para poder expresarse.

Con 18 años decidió hacer de esta atracción una pasión y un medio de vida. Tras formarse en los centros EMAV (Escuela de Medios Audiovisuales de Barcelona) y IDEP (Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña) y empezó su carrera profesional como fotógrafo. En el mundo de la fotografía de surf se inició a los 20 años, cuando empezó a surfear.

Con él hablamos y nos desveló alguna de las inquietudes que le llevaron a donde hoy está, Bali. Desde allí nos atendió y nos concedió una entrevista en la que nos contó cuál es su relación la fotografía.

La fotografía del surf, ¿qué particularidades tiene? 

La fotografía de surf como cualquier otro tipo de fotografía tiene sus propias particularidades, y, depende normalmente de un medio cambiante como es el hecho de realizar fotografías en espacios exteriores. Siempre hay que adaptarse a las condiciones de luz y al estado del mar. 

Para mí lo principal, cualquier tipo de fotografía es que te sientas atraído por la propia foto. Entiendo que para poder entender lo que fotografías es necesario surfear y estar sensibilizado con el mar. 

A día de hoy estás en Bali, ¿qué aporta a un fotógrafo un escenario así? 

A día de hoy estoy en Bali sí, aunque el motivo de estar aquí es por la pandemia, ya que en mis planes ahora debería de estar en Maldivas realizando un proyecto que a causa de toda esta movida en la que nos hemos visto envueltos ha sido cancelado. Ahora mismo me encuentro a la espera de poder volver a España.

El hecho de estar en un lugar como este aumenta las posibilidades de poder realizar sesiones fotográficas ya que sueles tener olas todos los días y muchas horas de buena luz, aunque como pasa en todos lados, los días perfectos suelen estar contados con los dedos de una mano.

Tienes experiencia en diferentes campos de la fotografía, ¿qué te aporta la del surf? 

A nivel profesional, además de la fotografía de surf, me dedico a la realización de encargos de fotografía publicitaria, moda y corporativa.

La fotografía de surf me aporta una gran satisfacción, ya que es una pasión y poder vivir en parte de ello es una gran suerte. 

Y, ¿en qué se diferencia de las otras? 

En mi caso, como ya he dicho antes, se diferencia en que es una de mis pasiones y como surfista, me siento muy cómodo realizando fotografía de surf al poder tener sensaciones muy parecidas cuando estoy en el agua con la cámara y con la tabla. 

¿Cuál ha sido la sesión de surf que más has disfrutado retratando? 

Hay muchos momentos que tengo grabados en mi mente, baños con amigos en lugares mágicos como Bali, Hawaii o Maldivas. Pero guardo un gran recuerdo del mundial ISA de Biarritz en 2017, donde pude estar como fotógrafo de la Federación Española de Surfing y estar en el agua con Jonathan González, Luis Díaz, Garazi Sánchez, Ariane Ochoa o Vicente Romero. 

Con todas las cámaras a las que hay acceso a día de hoy, ¿es complicado hacerse un hueco en el sector profesional de la fotografía de surf? 

En general la fotografía es un sector complicado para ganarse la vida. Parece que los trabajos creativos no están muy bien considerados en nuestro país, el intrusismo es una lacra y a veces se prefiere tirar de lo barato de poca calidad que de gente formada y experimentada. 

Además, una vez realizado un encargo está la incertidumbre de si se cobrará ese trabajo, cosa que es bastante común y con la cual nos toca luchar. 

Dentro de la fotografía del surf, ¿cómo es la fotografía acuática? 

Para mí la fotografía acuática es la gran atracción dentro de la fotografía de surf, ya que donde me gusta estar es dentro del agua, sintiendo y respirando salitre. Pero eso requiere un conocimiento y estudio del mismo mar, antes de cada sesión estudiar las series, las corrientes y tener un contacto muy estrecho con los surfistas con los que vas a compartir la sesión. 

Y para acabar, ¿con cuál disfrutas más (acuática o cámara en mano)? 

Está claro que la fotografía acuática aporta una dosis de adrenalina que no vas a tener fuera del agua y esa sensación es una especie de droga que te hace entrar al agua una y otra vez, ya sea para realizar un encargo o para realizar fotografías como trabajo personal. 

Pero también me lo paso bien con la cámara fuera del agua, una de mis obsesiones es el retrato y disfruto mucho jugando con la cámara fuera del agua. Aunque sin duda la fotografía acuática es mi mayor atracción. 

Toda la actualidad e información nacional ahora se puede consultar a través de la página oficial surfing.es y en las redes sociales de la Federación Española de Surfing: